Desde la entrada hasta las zonas comunes y cada una de las viviendas, se cuidó cada detalle. Se reforzó la estructura, se actualizó toda la instalación eléctrica y de fontanería, y se trabajó especialmente en la eficiencia energética del conjunto. La escalera principal se conservó y restauró, recuperando la luz natural como gran protagonista del espacio.
Los accesos y pasillos se rediseñaron con un lenguaje moderno y elegante, integrando iluminación indirecta, materiales nobles y detalles en madera y acero. En las viviendas, aún en fase de acabado, se priorizó una distribución funcional, techos altos y una estética que respeta el carácter original del edificio, pero lo actualiza por completo.
Desde GarmaProyectos, entendemos que reformar un edificio no es solo una cuestión técnica, es un acto de respeto por su historia y un compromiso con el presente. El resultado: un espacio que une lo mejor del Madrid clásico con las comodidades de una vida moderna.